lunes, 25 de agosto de 2008
Educar, educar y educar.
sábado, 9 de agosto de 2008
Democracia Participativa ¿Mito o Realidad?
Con el propósito de promover la reflexión en torno a los avances experimentados por la democracia venezolana a nueve años de la aprobación del nuevo texto constitucional, las lecciones aprendidas y los caminos por recorrer en la difícil pero importante tarea de transformar a la ciudadanía en protagonista de su desarrollo individual y colectivo, la Unión Vecinal para la Participación Ciudadana, con el apoyo del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS) y la Asociación Civil Convite, organizaron el Foro titulado "Democracia Participativa: ¿Mito o realidad?".
Durante el evento más de cien cincuenta personas, entre vocero(a)s de los consejos Comunales, líderes vecinales, representantes de ONG y de movimientos estudiantiles, deliberaron sobre las principales interrogantes surgidas en torno a la experiencia participativa venezolana, tales como:
¿Está realmente la sociedad venezolana transitando hacia una democracia participativa y protagónica?, ¿se han alcanzado mayores niveles de equilibrio entre la sociedad civil y el Estado?; las características de nuestro liderazgo político, ¿son las necesarias para estimular la participación y el empoderamiento ciudadano?; ¿qué rol deben asumir la ciudadanía y los partidos políticos para profundizar una democracia que equilibre la participación y la representación?; ¿cuál es el papel que están llamados a cumplir lo(a)s ciudadano(a)s en los procesos electorales más allá del acto de votación?; ¿son los Consejos Comunales verdaderas instancias de participación y de promoción de valores y principios democráticos?; ¿cuáles son sus debilidades y cómo superarlas?
Liderazgo Democrático.
Desde esta perspectiva y como contribución a la vida sociopolítica del país, proponemos un liderazgo que básicamente se centra no en “un sujeto” sino en “el sujeto”. Se trata de un liderazgo centrado en la persona, es decir, en cada quien, para el logro de una ciudadanía justa y respetuosa que apoyándose en el esfuerzo personal nos facilite la estructuración de una vida democrática.
Para su funcionamiento la democracia necesita ciudadanos y no simple individuos. Razón por la cual necesitamos implementar un tipo de liderazgo más horizontal y mucho más plano que permita la estructuración y desarrollo de una comunidad en la que transcurra nuestra vida democrática.
Para llegar a establecer una sociedad democrática es esencial la transformación de los individuos en ciudadanos. Para ello es necesario dejara atrás un tipo de liderazgo que nos anula como individuos y que no permite el desarrollo de nuestras mejores capacidades para proyectarnos como ciudadanos en nuestro entorno social.
Nos interesa un liderazgo diferente a todo lo habido que posibilite una salida al problema de la pobreza y la desatención institucional de los derechos fundamentales de las personas. De ese modo podrían llegar a afirmarse en nuestra realidad individuos críticos y autónomos, activos y cooperantes, que deliberen a partir del principio de la tolerancia como una guía suprema de reconocimiento de lo que en nuestra realidad es diferente.
Desde estos espacios queremos promover el sentido de un nuevo liderazgo en el país. Insistimos, no se trata del liderazgo de una persona su maquinaria y sus seguidores. Se propone a cambio algo más contundente y seguro: el liderazgo de una cultura democrática centrada en el poder del ciudadano, la autonomía, el diálogo y la comunicación, el amor y el respeto por el mundo y, finalmente, el interés común.
El poder del ciudadano.- dentro de esta concepción el poder es entendido como una relación y no como un atributo de los actores sociales. Tan sólo puede manifestarse mediante el inicio de una relación en el ámbito público en cumplimiento de un propósito en común.
El poder aparece allí donde los hombres se reúnen con el propósitos de realizar algo en común, mediante acuerdos y pactos, y desaparece cuando por la razón que sea, se dispersan o se separa.
Esto quiere decir que el poder es un fin en sí mismo y que se manifiesta como protección y promoción de la libertad del hombre, al activar la voluntad de los ciudadanos, al permitir que desarrollen su espíritu colectivo y se asocien entre sí.
El poder del ciudadano es el elemento que dinamiza las instituciones y garantiza la vitalidad de los cuerpos intermedios. Aunque lo mejor que podríamos decir aquí acerca de la noción que estamos presentando de “el poder del ciudadano” es que su mayor virtud consiste en que impide el despotismo.
La democracia recurre a ciudadanos autónomos que asumen por sí mismos todas las decisiones de su vida privada o pública, habida cuenta que es a partir de esa capacidad de autodeterminación y de autogobierno de sí, como realmente mejor puede la persona contribuir a una vida en comuna.
El tercer elemento lo constituye “El diálogo y la comunicación”. En estos tiempos en que la razón ya no es más “monológica” sino una realidad “dialógica”, lo único racional en este mundo sería el encuentro pacífico y constructivo de lo diverso.
Es decir, que lo racional sería aquello que es el resultado de la puesta en común de los distintos puntos de vista asumidos por los integrantes de una comunidad política. Desde luego la condición de posibilidad del diálogo es la pluralidad.
De manera que el diálogo, por cuenta de la palabra, es el único medio lícito que disponemos para poder transmitir y persuadir a los otros de todo aquello que juzgamos acerca del mundo, y que, por ende, también lo consideramos universalizable, esto es, válido para todos los demás.
El cuarto elemento lo constituye el “amor por el mundo”. Es importante señalar que por el mundo entendemos aquí lo que aparece en público con nuestras acciones, y todo aquello de lo que podemos dejar testimonio al actuar en el escenario de la vida pública, en la arena política. Visto así amor por el mundo supone, pues, asumir un cuidado especial por él. Nos referimos a la responsabilidad de ocuparse del mundo hoy, según él ha sido, y de preocuparse por él, según su mañana.
El quinto elemento lo configura el “interés común”. Este supone de parte de nosotros la actitud de una especial sensibilidad hacia la solución de aquellos problemas que nos competen a todos porque expresan injusticias condenables desde la óptica de una ética humanista. El interés común exige de nosotros mostrar devoción por el bienestar de la sociedad, dando señales de estar ejerciendo con ello una ciudadanía responsable y de estar promoviendo la estabilidad y la cohesión social.
El interés común nos habla de los problemas de los menos aventajados y de todas aquellas personas que siempre resultan perjudicadas por las gestiones mezquinas y autoreferenciales de la economía, tanto la pública como la privada. Nos habla de la inseguridad en las calles, de la degradación ecológica, de la minusvalía de la vejez, etc., con el fin de sensibilizar al conjunto de la población acerca de la necesidad de polarizar las acciones e intereses individuales, poniéndolos en función de una mayor movilización hacia la solución de estos problemas que representan el interés común, porque su solución se corresponde con un mayor grado de bienestar para la comunidad en general y porque al final de cuentas esto representa una mayor felicidad social y colectiva para todos.
Democracia Participativa.
Si la democracia se entiende como el sistema de gobierno donde el poder público se ejerce por la voluntad de los ciudadanos y para todos los ciudadanos o bien, si se le define como el mejor sistema de vida a través del cual los ciudadanos pueden contrastar ideas y resolver sus conflictos sin violencia, proteger sus libertades y hacer valer sus derechos en igualdad de condiciones y oportunidades, ¿no es la participación la forma en la que los ciudadanos pueden expresar concretamente su voluntad o reivindicar la voluntad general, interactuar con otros para exigir y lograr que estas voluntades se conviertan en derechos y hacerlos respetar del poder de los otros?
La participación es un acto de la vida social, de naturaleza política y de carácter público. Se hace o se propicia para el encuentro e interacción entre sujetos con el fin de debatir e influir en cursos del destino comunitario y social. Tiene sentido en la vida pública, porque es allí donde estos cursos se legitiman para el interés general y tienen repercusiones en el acatamiento colectivo. No es posible llamar participacion algo que solo una persona o un grupo conoce. Es un acto sociable y de involucramiento en la vida social, orientado hacía propósitos y objetivos de referencia colectiva.
La sociedad civil como campo de participación.
La sociedad civil puede ser definida como el campo de la participacion ciudadana que adopta como lema o causa las virtudes y los significados esenciales de la democracia. La sociedad civil no se refiere estrictamente a un grupo de organizaciones, sino más bien a una conducta o acción de carácter asociativo, que se proyecta de múltiples formas hacia el interés general o público, visto desde la perspectiva de lo que concierne a la soberanía, las libertades, los derechos y la vida de los ciudadanos.
El interés de esta participacion no es, por ejemplo, defender o promover la particularidad de los intereses que mueven a los ciudadanos de manera individual u organizada, sean éstos sociales, religiosos, culturales, económicos o políticos, sino el que se reconozca, respete y garantice la libertad y el derecho de todos los ciudadanos a su promoción y defensa.
Es una participación que se hace a través de vínculos con el Estado, por su condición de garante del interés general y sus métodos se ubican en el ámbito de la influencia o la incidencia política y no en el ejercicio del poder. Por eso se le considera una participacion donde predominan elementos comunicativos.
Los debates suscitados en el evento, contaron con el estímulo de un selecto grupo de ponentes como Jorge Tricás, Yolanda D'Elia, Miguel González Marregot y Andrés Coba.
Sigamos juntos construyendo puentes GENTE con GENTE
William Requejo Orobio
miércoles, 6 de agosto de 2008
“El carácter Biológico de las Caricias”
Estamos planificando llevar este Conversatorio, así como otras ponencias hacia las comunidades a través de UNION VECINAL.
Jesús Ramírez
Sigamos juntos construyendo puentes GENTE con GENTE
unionvecinalpc@gmail.com
domingo, 3 de agosto de 2008
Ciclo de Talleres "Resolucion de Conflictos"
Unión Vecinal, conjuntamente con el Instituto Latinoamericano de Investigaciones Sociales (ILDIS), organizamos un ciclo de talleres sobre resolución de conflictos en diversas parroquias de la Gran Caracas.
En el marco de cuatro talleres, más de 125 líderes vecinales de las parroquias Santa Teresa, El Paraíso, Catia, El 23 de Enero, El Junquito, Sucre, El Guarataro (San Juan) y Guarenas, Guatire, entre otras, adquirieron habilidades para solventar asertivamente situaciones conflictivas que comúnmente se presentan en la difícil tarea de conducir procesos de desarrollo comunitario.
La participación de la ciudadanía en la toma de decisiones vinculada con el desarrollo comunitario, exige el manejo de conocimientos y herramientas que posibiliten conducir exitosamente determinadas negociaciones y resolver conflictos en realidades sociales caracterizadas por la diversidad de intereses y por la complejidad de sus problemas.
En la Venezuela actual donde se pretende impulsar una verdadera democracia participativa, los líderes comunitarios y ciudadanía en general están obligados a negociar y a resolver conflictos desde distintas instancias y con distintos actores.
Desde las Asociaciones Vecinales y otras formas asociativas de organización para exigir bienes y servicios a los organismos públicos;
En fin, entre los mismos ciudadanos y ciudadanas para hacer prevalecer intereses colectivos sobre los individuales.
Los asistentes a los talleres manifestaron (en una gran proporción) que las estrategias aprendidas son aplicables en lo inmediato a su vida y entorno personal y que constituyen una extraordinaria herramienta para la prevención de la violencia.
Este trabajo fue reconfortante para nosotros, ya que el poder enseñar un abordaje diferente a la resolución de conflictos para prevenir la violencia y que estas enseñanzas fuesen de aplicación inmediata por los participantes, nos produce mucha satisfacción, amén de estamos contribuyendo con la prevención de la violencia en nuestro país.
El considerar que la violencia puede estar presente en cada uno de nosotros y que en ese caso existe la posibilidad de atender tal situación a través del auto conocimiento, ha sido para un cierto número de personas un descubrimiento asombroso y al mismo tiempo comprometedor dado que se produce en ellos un proceso de darse cuenta de la responsabilidad individual en el proceso de la prevención de la violencia,
Más allá de las políticas públicas, las cuales, si bien son indiscutiblemente necesarias, requieren el concurso de todos para lograr mayor efectividad.
Con el uso de los recursos que proporciona el taller de Manejo de conflictos, los participantes reportan frecuentemente el impacto que para ellos tiene el reconocimiento de la propia emocionalidad, así como la de los otros, para el manejo asertivo de los conflictos.
La resolución de conflictos como una estrategia para buscar la paz individual, en la familia y en las comunidades es una necesidad.
El hecho de recibir información de los sistemas cerebrales y de la naturaleza u origen de los conflictos, así como exponer que la emocionalidad, propia de los humanos, es la detonante en el surgimiento de los conflictos, les impacta a los participantes, quienes demuestran abiertamente el interés en continuar su formación.
Estamos totalmente convencidos, y los reportes de nuestros participantes nos lo corroboran, que podemos contribuir de manera efectiva y significativa en las comunidades con las cuales interactuamos, a través del mantenimiento y expansión del programa de Foros y talleres de Manejo de Conflictos sustentados en el Cerebro Triuno y las múltiples inteligencias. Herramientas adquiridas desde el estudio y enseñanzas de las Dras. Elaine de Beauport y Aura Sofía Díaz, Directoras del Instituto MEAD de Venezuela.
Sigamos juntos construyendo puentes GENTE con GENTE
unionvecinalpc@gmail.com
William Requejo Orobio