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El domingo 16 de Noviembre debió haberse celebrado en el mundo el Día de la Tolerancia, según lo acordó la ONU en 1996; pero pocas personas se enteraron de ello y pocas entidades se ocuparon de emplear la ocasión para enaltecer los valores de la convivencia... que era, justamente, el propósito de esta fecha.
Según la Comisión de los derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas, en declaración 2047, de fecha 25/04/200, la tolerancia política es una disposición de respeto a los derechos y libertades de personas y grupos que tienen puntos de vista, creencias y comportamientos distintos a los nuestros. No quiere decir que todos somos lo mismo. Tampoco quiere decir que tenemos que estar todos de acuerdo. La tolerancia política quiere decir que aceptamos la diversidad y que respetamos las posiciones políticas distintas a las nuestras.
La democracia es un sistema de gobierno que promueve la tolerancia política y la preservación de los derechos humanos y deberes constitucionales. El Estado de Derecho genera la pluralidad partidista y aboga por la convivencia armónica y pacífica de los ciudadanos, independientemente de sus diferencias políticas, de género, sociales, y económicas, contribuyendo a la construcción de una mayor y mejor democracia.
Sin embargo, permanecen en pie las razones que invocaron los países del orbe en su Declaración sobre la Tolerancia hace 12 años: "La tolerancia es el respeto, la aceptación y el aprecio de la riqueza infinita de las culturas de nuestro mundo, de nuestras normas de expresión y medios de ser humano (...) Ante todo, la tolerancia es el reconocimiento de los derechos humanos universales y de las libertades fundamentales de los demás." El haber sido elevada a la categoría de valor universal por la ONU convierte a la tolerancia en un deber moral y una obligación política de los Estados miembros.
Abundan las definiciones de tolerancia:
Simón Bolívar "Yo no he nacido esclavo y he dicho que quiero ser ciudadano para ser libre".
Michael Walzer "La tolerancia hace que la diferencia sea posible; la diferencia hace que la tolerancia sea necesaria".
John F. Kennedy, "no es la falta de convicción en tus ideas, sino la condena a la persecución de las ideas de los otros".
Voltaire "No defiendo tu opinión porque no la considero verdadera; pero defenderé a toda costa tu derecho a decirla ".
Oscar Arias Sánchez "Les debemos a las futuras generaciones el comprender que, más que nunca, la paz sólo puede alcanzarse con sus propios instrumentos: diálogo y entendimiento, tolerancia y perdón, libertad y democracia".
Más sencilla, la sabiduría popular siempre la han definido con pocas palabras: "Vivir y dejar vivir".
La elección de Barack Obama ha sido un hito ejemplar de tolerancia. Lamentablemente, contrasta con ella la expansión del odio y la xenofobia en muchos países. Uno de los más terribles frutos de la intolerancia es la guerra del Congo y sus ramificaciones fratricidas.
Los problemas económicos son clima adverso para el cultivo de la tolerancia. Los damnificados buscan chivos expiatorios, y suelen hallarlos en los sectores más indefensos de la sociedad: los pobres, los marginados, los inmigrantes. Estamos viéndolo en Europa con los trabajadores extranjeros, cuya labor fue fundamental para crear la riqueza de los últimos años y ahora sufren restricciones, cuando no persecuciones por parte de las autoridades.
Si queremos progresar como civilización, la sociedad competitiva en que vivimos -tal lo demuestran catástrofes como la crisis financiera mundial y las pirámides- deberán dar paso algún día a una sociedad tolerante, y esta habrá de evolucionar hacia una sociedad solidaria. Es un camino largo. Pero resulta indispensable recorrerlo.
La tolerancia es un concepto que abarca todos los aspectos de la vida; no basta hablar de ella; hay que ponerala en práctica. La polarización política es una consecuencia de la intolerancia y pone en peligro nuestra vida comunitaria e individual.
En la constitución de la República Bolivariana de Venezuela hay muchos artículos sobre nuestros derechos, incluyendo la libertad de expresión, la libertad de asociarse y de reunirse, la libertad de religión, la libertad de conciencia y el derecho a manifestarla. Son derechos para todos.
La Constitución también establece algunos deberes de los ciudadanos como el Artículo 132 que dispone:
"Toda persona tiene el deber de cumplir sus responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del país, promoviendo y defendiendo los derechos humano como fundamento de la convivencia democrática y la paz social".
Además la Constitución enumera las obligaciones del Estado de defender y desarrollar el ejercicio democrático de la voluntad popular.
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Sigamos juntos construyendo puentes Gente con Gente
William Requejo Orobio
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